miércoles, 23 de febrero de 2011

Mi alter ego


Siempre me han gustado los laberintos. A veces con monstruo, a veces sin él. A veces me parece que yo soy el monstruo. En cualquier caso, cada vez que intento fabricarme unas alas con plumas de letras, unas alas pegadas con la cera de los días que nos sostienen, vuelvo a caer en el centro del laberinto. Quizás algo me espera al final o en el centro. Quizás algo te espera al final o en el centro. Si escribes, te espera una verdadera zona peligrosa. Literatura, zona peligrosa. ¿Te atreves a entrar? Si lo haces, quizás olvides tu verdadero nombre. A veces creo recordar que me llamo (o me llamaron, o me llamaban) Ariadna.

jueves, 10 de febrero de 2011

Algunas pautas

Aquí os enlazo un camino (casi) directo a mi documento Escrivivir: en él encontraréis pautas para practicar la escritura creativa.

miércoles, 9 de febrero de 2011

Cinco minutos

Cada día, escribe cinco minutos. Cinco minutos de reloj durante los que no pienses en nada más que escribir.
Cinco minutos.
Cinco minutos.
No pienses, sólo escribe.
No borres, sólo escribe.
No te critiques, sólo...
Dedícate cinco minutos. No es mucho. No es poco.

Poesía por un cubo


Literatura y matemáticas... ¿Por qué no? (por favor, no me preguntéis "¿por qué sí?"; eso formaría parte de otra entrada en esta vida de "escrivitura"). Objeciones aparte, aquí tenéis un ejemplo de cómo la poesía se visualiza y se matematiza.

Vive... la poesía

Para quien quiera dedicar un rato a leer poesía antes de escribir... He aquí un lugar para pasear.

El aroma del té

Entra por las narinas, te llega al absoluto interior... Piensas-sientes... escribe sobre el camino que lleva a un instante de paz.

Para empezar...

Para empezar escribir es preciso vivir. Y como, estamos vivos, escribimos.

Aviso para navegantes: este blog nace de la necesidad de introducir la escritura creativa en clase. Clase es cualquier lugar en el que puedas aprender. Dicho esto, empezamos. Escribimos, vivimos. Escrivivimos.